Este es el enorme reto que tiene Huawei a partir de agosto si es que las cosas siguen como están.

¿Cómo creas un nuevo sistema operativo que no dependa de todas estas apps que tienen base en Estados Unidos y que el mundo occidental usa a diario?

No dudo que Huawei pueda superar el tema del hardware. A pesar de que ARM, Intel, Qualcomm y varios otros grandes tuvieron que cortar las relaciones, Huawei tiene la capacidad de fabricar procesadores, memorias y cámaras por su cuenta. El tema es que incluso si su siguiente modelo (que probablemente será el Mate 30 Pro) ofrezca el mejor diseño, la mejor cámara, la mejor pantalla y la mejor batería... qué tanto sirve si no puedes comunicarte con tu familia por WhatsApp, pedir un Uber para ir al médico, ver video de gatitos en YouTube o hacer maratón tu serie favorita en Netflix. 

En caso tengas un smartphone Huawei, les reitero lo dicho por Android y el propio Huawei: Todos los equipos que ya están en manos de los usuarios (P30, P30 Pro, P-Smart, Y9, etc…) y los que aún no se venden en tiendas todavía tendrán todo el soporte de actualizaciones Android y servicios de seguridad (esto es por contrato). 

Lo otro es que este es el PEOR momento para tratar de vender tu teléfono Huawei:

1. Casi nadie va a querer comprarlo.

2. Las cosas podrían cambiar de repente y Trump podría retractarse si China pone la presión correcta.

3. Tu teléfono va a seguir funcionando igual como lo está haciendo ahora, incluso después de que pase el plazo de 90 días que dio Estados Unidos. El tema son los equipos a futuro que se lancen a partir del 19 de agosto.

Repito, seguimos en una etapa de incertidumbre donde aún hay varias partes que tienen que pronunciarse y las cosas podrían cambiar de un día para otro. Sugiero que no tomen ni una decisión apresurada basada en pánico y miedo. Infórmense, tengan paciencia y siempre mantengan el buen humor. Sigan usando sus smartphones como si nada de esto estuviera pasando… porque francamente nada en tu teléfono ha cambiado ni cambiará en un buen rato.